Cuando se disputó el torneo de Primera A de 1954, Boca Juniors consiguió ganar el título después de una década sin éxitos. Independiente se clasificó segundo, River ocupó el tercer lugar y en la cuarta posición llegó Platense.

El cuadro marrón y blanco alcanzó ese lugar y al mismo tiempo, para el 8 de octubre de 1954, un grupo de vecinos del Parque San Martín, en la localidad bonaerense de Merlo, daban vida al Club Nueve de Julio. No tenían cancha, no tenían sede social, pero sí muchas ganas de armar un equipo competitivo y casi que no discutieron para crear una camiseta diferente: blanca, con una banda diagonal azul, para diferenciarse de todos.

A los pocos meses lograron afiliarse a la AFA y aunque no tenían campo de juego propio, para 1956 pudieron participar en la categoría más chica (Fútbol Aficionado, hoy Primera D) durante trece años sin cancha. Debutaron perdiendo 5-0, el 26 de mayo de 1956, ocupando el último puesto.

Para 1968 seguían sin cancha y casi sin adherentes. Sin embargo, el intendente de Merlo, Luis Monetti, los autorizó a construir el campo de juego dentro del llamado Barrio Parque San Martín. La hicieron donde existía una plaza, sacaron bancos y árboles, alisaron el terreno y en 1969 lo pudieron inaugurar. Por esos días decidieron cambiar su nombre y pasaron a ser Club Social y Deportivo Merlo.

Afirmados en su localía, mejoraron deportivamente, lograron el ascenso a Primera C en 1975 y en 1986 se subieron a la vieja Primera B, tras derrotar a Defensores Unidos de Zárate en el partido decisivo. Tras subir y bajar, se acomodaron en la Primera B Nacional cuando en 2009 le ganaron las promociones a Los Andes y así se dieron un lujo impensado.

El cruce con Platense sorprendió a los clubes en la Primera B Nacional. El primer partido se produjo el 22 de noviembre de 2009 y hubo empate sin goles en la cancha del Parque San Martín. En la revancha, también igualaron pero fue en dos tantos, el 29 de abril de 2010, con goles de Emiliano Romero y Lanzini para los Calamares, convirtiendo Fabro y Maxi Barreiro los tantos de Merlo.

Esa fue la única historia entre los dos. Apenas dos partidos. Nada, si los comparamos con otras rivalidades, con otros clubes de mayor antigüedad. Lo que queda claro es la poca relación entre ambos: Merlo, que nunca jugó en Primera A, tuvo que subir tres categorías para encontrarlo a Platense. Alguna vez tenía que pasar.