Alejo Elizondo es el ejemplo más puro de apego y sentido de pertenencia a un club. Tras haber hecho todas las inferiores en nuestra entidad, disputado numerosos partidos con Reserva e incluso habiendo entrenado con la primera división, una serie de lesiones importantes le impidieron continuar su carrera como futbolista y debió ponerle punto final a su etapa como jugador a los 21 años a fines de la temporada pasada. Sí, en el mismo momento donde convertirse en profesional era una opción latente.

Sin embargo, aún con el dolor que implicó cerrar de manera abrupta una etapa, esto no fue un obstáculo para que “Pitu” siga ligado a Platense, donde tomó un nuevo rol y hoy es ayudante en la categoría Pre Novena, el último escalón previo a Juveniles: “Llevo este nuevo estilo de vida mejor de lo que esperaba. Es un cambio, ya que tu sueño es ser jugador y por ahí no se cumple, pero ahora mi nuevo sueño es aportarle a los chicos conocimiento y experiencia para que ellos puedan ser futbolistas”.

A su vez, destacó su relación con los chicos y el interés que presentan en aprender: “Ellos son de preguntar mucho. Cómo es reserva, qué hay y demás. Yo empecé en pre novena también y ahora están mucho más avanzados técnicamente y de la cabeza más vivos. Estoy para aportarles desde mi lugar y ayudarlos a rendir”.

Por otro lado, en cuanto a cómo describiría su nuevo papel, expresó: “Yo le daría como nombre ‘nunca terminas de aprender’. Es una etapa muy linda que se me abrió y tengo ganas de disfrutarla. En los partidos funciono más como asistente ya que me considero detallista en cosas como controles y perfiles, por ejemplo. Sin duda me gustaría en algún momento hacer el curso de entrenador”.

Su filosofía sobre los aspectos más importantes para un jugador deportiva y personalmente es clara: “Lo mental, como me pasó a mi. Capaz no tenía gambeta o remate perfectos, pero de la cabeza estaba avanzado”. Además, remarcó la trascendencia de la unión de un grupo donde “todos tiren para el mismo lado”.

En referencia a lo que se llevó de su etapa como jugador en el “Calamar”, Elizondo remarcó: “Los valores, toda la gente que pasó y me dejó una enseñanza, que hacen que sea la persona que hoy soy. Demuestra que el club me aprecia. No pude cumplir el sueño de ser futbolista, pero me ofrecieron esto y siempre desde el primer día se fijaron que esté bien y acompañado. Jamás me sentí solo”.

Para cerrar, dejó un mensaje para los jóvenes que, con distintos obstáculos, desean llegar a primera y otro para el hincha: “A los chicos que si necesitan ayuda la pidan. No por ir a un psicólogo estás loco. Que luchen, siempre hay otras cosas además del fútbol. A mi me pasó ese error de no tener segundas alternativas. Si pueden vivir de ello, que lo hagan porque es lo más lindo que hay, uno nunca sabe cuando termina. Al hincha decirle que yo cuando vine no era fanático del “Marrón”, pero al pasar los años el apego es tanto que hoy en día me ves en mi casa y estoy con la ropa del club todo el día. Es mi refugio. Ellos que sigan alentando, estamos creciendo día a día como institución”.

De soñar con convertirse en futbolista profesional a trabajar para forjar los sueños de otros chicos. Alejo Elizondo, perseverante, resiliente y una manera de enseñarnos que no todo se termina cuando llegan las adversidades en la vida. ¡Éxitos en esta nueva etapa, Pitu!

Entrevista: Bautista Gallego || Fotos: Gonzalo Díaz y Archivo CAP

Departamento de Prensa C.A. Platense