La historia de los partidos entre Platense y Boca comienza en 1912, cuando ambos clubes compartieron la zona B de la división Intermedia, la Primera B de aquellos años aunque con otro nombre. El torneo lo ganó Ferro Carril Oeste, Platense fue segundo y Boca tercero, pero los tres ascendieron a la Primera División de 1913 junto con los otros cuatro integrantes del grupo porque la Asociación Argentina decidió aumentar la cantidad de equipos en la primera categoría.

En aquel lejanísimo 1912, Platense superó 3-1 a Boca como visitante y empataron sin goles en la canchita «Calamar», ubicada en lo que hoy es el cruce de la calle Manuela Pedraza con la Avenida del Libertador. Ya en la A, el único partido de ese año terminó con triunfo de Platense por 3-1, con goles de Adán Pérez, Annaratone y Cotero, descontando Taggino.

Durante el amateurismo -entre 1912 y 1930- con Platense como local jugaron 8 veces con tres triunfos por bando y dos empates. Desde 1931 hasta la fecha, la investigación registra 56 partidos siendo local Platense, con 17 victorias, 20 empates y 19 éxitos boquenses. De esos 64 partidos oficiales con localía «Marrón», Platense ha jugado en canchas propias 42 veces, ya que 22 han sido en otros estadios (12 partidos en Vélez, 5 en Atlanta, 2 en Independiente, uno en River, Huracán y Español).

Aquí entra el dato novedoso. Siendo local real, Platense supera a Boca por cinco partidos. Ganó 17, perdió 12 y hubo 13 empates. Quiere decir, que visitando al «Marrón», Boca apenas ganó el 28,6% de los partidos que jugó como visitante real. La cancha de Platense ocupa el cuarto lugar entre las localías más difíciles de conseguir puntos para Boca. Lo más complicado desde 1939 y hasta hoy ha sido el estadio de Rosario Central (24,4% de victorias de Boca, 19 éxitos en 78 juegos), seguido de Independiente (27% con 25 triunfos en 92 partidos) y San Lorenzo (28,1% con 21 partidos ganados de 75 jugados). Detrás de Platense viene River. Visitándolo, los Xeneizes ganaron el 28,7% de los partidos del Superclásico.

 

Si Platense perdió 12 veces en sus canchas (Manuela Pedraza y Blandengues primero, Manuela Pedraza y Crámer después, Vicente López la última desde 1979) los porcentajes de triunfos de Boca allí han sido significativamente bajos. Especialmente recordados son algunos partidos como el 2-1 de 1940 (goles de Ricardo Stagi y Norberto Galvagni), el 6-3 de 1950 (Tense ganaba 2-0, Boca se puso 3-2 y luego el Calamar hizo cuatro goles más). También se destacan el 2-0 al futuro campeón en 1954 con tantos de Alfredo López y Vicente Sayago.

En 1965, Boca perdió tres partidos sobre 34, uno en Manuela Pedraza y Crámer. Fue 3-1 con doblete de Enzo Gennoni y un gol de Orlando Garro. Después hubo un 1-0 en 1967 (golazo de Carlos Bulla), nuevo triunfo pese al descenso de 1971 (2-0, Juan Carlos Crocci y Ernesto Ulrich) y en la vuelta a Primera, un 2-1 de 1983 (Roberto Cabral y Eduardo Hernández). El último triunfo local fue en 1997, gracias a un cabezazo del mendocino Daniel Loyola.

De las 12 victorias de Boca en canchas de Platense se destacan tres goleadas consecutivas: 5-1 de 1929, 5-2 de 1930 y 5-3 de 1931. De los 15 goles, 8 los hicieron entre Roberto Cherro y Domingo Tarasconi, dos de los máximos artilleros «xeneizes». Hubo otro 5-1 en 1951 (2 de Rinaldo Martino) y la última vez fue en 1986, 2-0 con tantos de Alfredo Graciani y Julio Olarticoechea.

Sumando todos los partidos de campeonato local, el historial registra 124 choques, con una ventaja de 25 partidos para Boca (53-28) y 43 empates. La diferencia, si se la compara, es mucho más pequeña que la que tiene Boca con otros clubes de Primera. Boca le lleva 64 partidos de diferencia a Estudiantes, 58 a Huracán, 57 a Chacarita, 51 a Lanús, 48 a Gimnasia, 44 a Vélez, 44 a Banfield, 44 a Ferro, 41 a Atlanta, 36 a Tigre, 34 a Argentinos, 33 a Quilmes y 28 a Racing.

Textos: Alejandro Fabbri || Fotos: Archivo Museo CAP

Departamento de Prensa C.A. Platense