El reloj marcó las 6.45 am y, con la alarma, se dio inicio al segundo día de pretemporada en una húmeda ciudad de Colón. La niebla y las lloviznas volvieron a hacerse presente en la noche, haciendo que las calles de tierra se vuelvan, casi intransitables.
Tras una infusión, el plantel profesional de fútbol arrancó el primero de los tres turnos del día, en el Gimnasio Municipal que se ubica a solo dos cuadras del hotel “Río de los pájaros”. Tras una hora de ejercicios con pesas, el grupo retomó al hotel para el desayuno correspondiente.
A las 9.30 de la mañana, partieron hacia el Predio Municipal que está detrás del Jockey Club, donde realizaron diferentes ensayos de potencia y fuerza explosiva a cargo de Javier Gurdulich y Federico Rosano.
Los futbolistas se dividieron en pequeños equipos de trabajo para rotar por cada una de las estaciones que prepararon los PF. Uno de los ejercicios consistía en correr, por ejemplo, con un paracaídas, para potenciar la fuerza de cada uno de los protagonistas. Por su parte, los tres arqueros trabajaron de manera diferenciada bajo las órdenes de Miguel Acosta.
Luego del almuerzo en el restaurante «Plaza», el plantel regresó al hotel para una siesta reparadora. Tras ella, el grupo volvió al mismo predio para realizar el último ensayo del día. Allí, Pedro Monzón separó a los jugadores en dos equipos para trabajar todo tipo de movimientos tácticos y hacer un rato de fútbol.
Además, hicieron un juego recreativo que consistía en un “loco” dividido en tres equipos con pecheras, en donde el equipo perdedor recibía una “malteada” por parte de los otros dos. Esta actividad ayudó para distender a los futbolistas luego de un día intenso de trabajo, en el que abundó el buen ánimo y las risas que sirven para fortalecer la unión de los que todavía se están conociendo.
Mañana bien temprano el plantel repetirá los tres turnos de entrenamiento ya con Daniel Vega, quien se sumó hoy a la pretemporada, tras cumplir un compromiso familiar.