Compartimos un hermoso cuento de Marcelo Tocco, integrante del staff de Prensa del Club A. Platense, en donde nos acerca sus recuerdos de la infancia y a su gran amor por su nuestro Platense querido.

«De chiquito me hicieron hincha de Platense. Mi viejo era tornero, laburaba en el taller de casa y cuando no podía ir a la cancha yo lo veía prendido a la radio escuchando cada partido, fumando un cigarrillo atrás de otro entre bizcochitos y MATTIUZOS.

Vivíamos en Paternal y todos sabían que éramos de Platense, cuando perdía y teníamos que salir a la calle él siempre me decía: «Hijo camina con la PERALTA» A veces se TOPINI con alguno de Argentinos y decía este BAENAjenarse mal, a mí me importaba una VERGARA porque sabía que los teníamos de hijos.

Como no era ningún ANGELLOTTI les gritaba lo que cantaba nuestra hinchada «BICHO PUTO!!!»,mi viejo se ponía loco, me agarraba del brazo y aceleraba el paso. Siempre le comprábamos el diario al Tarta que era de River pero simpatizaba con Platense por mi viejo que siempre le hablaba…»Lolo lolo lo… escuchaste???…Dejame de joder, NANINIni ni pateamos al arco!!!» Mi viejo me miraba fijo implorando que no me burle así que yo me aguantaba la risa y sé que él también lo hacía.

En la cancha me gustaba mirar el futbol, teníamos grandes jugadores y la verdad que lo vi ganar muchos partidos pero cuando perdíamos volvía a mi casa muerto, CASCINI comía y me iba directo a dormir. Al otro día a madrugar para ir a la escuela, la ESPINA clavada y el clásico malhumor, café con leche y a ponerse el guardapolvo «SCOTTO ya» decía mi vieja… «Esto no vas más a la MERCIERia, ya te lo COZZIeron dos veces…va a haber que comprar otro»…estaba creciendo, mi amor por PLATENSE también.

Ya tenía TREZEGUET y jugaba la pelota con mis amigos en una canchita de tierra, me acuerdo que cuando llovía era un BARREAL. Yo era rapidito, medio PETTI pero me gustaba jugar de delantero. Me ponía la marrón y blanca que me había regalado mi Tío y salía a la cancha con la MORELLI alta, me decía «A estos los MATOS». Tenía la ilusión de triunfar en el futbol y soñaba con jugar en Primera, con toda esa plata que ganaban los jugadores ZACARIA a mi viejo del taller y así podríamos ir siempre a la cancha.

Pasaron los años y subí de peso, me puse GODOY y entre el estudio y las actividades se esfumo el sueño de ser jugador de futbol, era al PEPE tanto esfuerzo. A MEDINA que paso el tiempo me dedique a la jardinería, era SATURNO de progresar, ahorre lo suficiente y me tome el OLIVARES de casa. Todos los Domingos visitaba a mis viejos «BARREIROcia con agua las FLORES…y si a alguna maceta le falta ponele MAISTERRA» me decía mi vieja. A mí me encantaba hacerlo y estar en el patio de mi casa mientras ella cocinaba.

Almorzábamos con mi viejo y nos íbamos a la cancha. «No me esPEREZ a cenar, si gana Platense me voy al BARSOTINNI con los muchachos» le decía el, estaba CASADO con una mujer de oro. En la Av. San Martin nos tomábamos el 133 que iba siempre hasta las pelotas y mi viejo iba colgando «SERRANO la PUERTAS!!!» le gritaba al chofer que nos dejaba en Cabildo y caminábamos hacia la cancha. Mi papa ya tenía los huesos viejos y por sus PIERONI lentos siempre entrabamos tarde. Llegando a la cancha ya se escuchaba la BULLA que venía de las tribunas: había salido Platense y nosotros todavía afuera. Aunque éramos socios siempre comprábamos el bono, él decía que ACOSTA de pagarlo ayudábamos al club. Nos revisaban los hombres de azul y entrabamos.

Íbamos a la popular, a la que hoy es la Goyeneche. De chico el me SUBIAT a mí a cococho, de grande me toco a mi ayudarlo y ZUNINOs despacito escalón por escalón hasta ubicarnos donde siempre, a la izquierda de la hinchada del lado de la platea. Por ese entonces nos decían el Fantasma del Descenso de tantas veces que lo esquivamos pero un día dejamos de tener ese ORTIZ y bajamos de categoría.

Fue un año de cosas FUERTES: mi viejo nos dejó, yo me case y al año tuve un hijo varón que es más enfermo por Platense que yo. Cuando perdemos le enseño lo mismo que me enseño mi viejo «Usted es de Platense, nada de caras largas. EnSANCHEZ el pecho y camine». Hoy soy Vitalicio y mientras mi hijo va a la popular con mis dos nietos yo lo veo desde la platea.

A esta altura no me importan tantos las copas aunque sería TALINdo…pero yo lo llevo en el alma, es mi corazón y para mí eso me hace sentir que con Platense ya salí Campeón. VILLAGRANdes equipos y tuve inolvidables alegrías pero muchas hondas tristezas también y a pesar de tener varias décadas junto al Marrón todavía voy a cada partido con la FERRADAS intacta de que antes de partir pueda volver a BERGESSIO a Tense en Primera».

Un hincha de Platense

Marcelo Tocco – Prensa, Club A. Platense