No son cosas de Ripley. Son cosas de este fútbol maravilloso de Platense que supimos gustar hace varias unas décadas y que al conjuro de los años que van pasando adquieren el sabor de lo inolvidable. Este episodio, ocurrido el 22 de mayo de 1938, si bien no es único, porque hubo hechos similares, o parecidos en su contorno, acaso sea inédito en la vida del Club Atletico Platense.
Ese año Racing tenía un equipo integrado por grandes figuras, y pese a que su campaiia estaba signada por la irregularidad, era capaz de producir verdaderos fenómenos. Así fue como en este partido a que habremos de referirnos, la «Academia» había producido un primer tiempo de gloria, Vencía a Platense nada menos que por 4 a O. ¡Qué decirles cuáles eran los ánimos en el vestuario «calamar» Nadie quería abrir la boca !. Todas las miradas se dirigían al suelo. Ese cuatro a cero era catastrófico.
¿ Qué hacer ? Pitada de reinicio de Mr. Caswell y comienza a gestarse una » revolución «. ¿Qué había ocurrido? Que Platense al conjuro de un accionar brillante de sus delanteros, bien apoyados por la línea media (Esperón anulando al «Chusco» García y Spitale al «Tanque» Barrera) se convirtió en un aluvión. Cinco goles seguidos de Platense motivaron la reacción vibrante y entusiasta de la tribuna adicta. Se había producido el milagro. Los vítores eran cada vez más rotundos, más vigorosos.. . hasta que Vicente Zito, un jugador genial, ponía el 5 a 5 que clausuró esa fecha memorable.
En aquel partido estuvieron presentes por Platense: Bermúdez, Ibáñez y Blanco; Esperón, Spitale y Pajoni; Campilongo, Oviedo, Juárez, Prado y M. Fernández. Por la «Academia» lo hicieron: Capuano, Villa y González; Díaz, Dante Bianchi y García ; Larretchart, Zito, Barrera, Pont y el «Chueco» García. Los goles fueron convertidos en el primer tiempo por Evaristo Barrera a los 8, 22 y 40 minutos y Pont a los 14. En el segundo tiempo descontaron a los 12 y 36 minutos Prado, a los 19 Juárez, a los 30 minutos Fernández y a los 34 Cataldo Spitale. El gol del empate lo logró Vicente Zito a los 38 minutos.
Dirigió el encuentro, jugado en Manuela Pedraza y Crárner , el árbitro británico Isaac Caswell y la recaudación fue la más alta de la fecha, ya que superó a la del clásico partido entre Boca Juniors y Huracán por varios cientos de pesos, la suma alcanzó los 14.958,20 pesos. Una cancha repleta de aficionados y un partido para recordar por la diversidad de emociones que despertó.