Como ya es habitual, el campo de juego del Ciudad de Vicente López está atravesando el periodo de resiembra para pasar al césped de invierno que permanecerá hasta el final del presente torneo y a su vez, debido a la conformación del tipo del suelo de la cancha, se llevan a cabo los trabajos que permitan ir modificando su estructura para mejorar la infiltración del mismo. La labor la realiza la empresa PG Campos Deportivos, cuya cabeza principal es el experimentado Daniel Gojmerac.
Los trabajos de resiembra de invierno se llevan adelante en todos los campos de juego a esta altura del año. En el caso del estadio «Calamar», se trata de inyectar semillas de raigrass perenne para el crecimiento del pasto de invierno que reemplazará al de verano, conformado a base de bermuda, que en esta época deja de crecer y se rompe con el correr de los partidos. Este proceso lleva aproximadamente unos quince días para que el estadio comience a lucir nuevamente en su mejor versión hasta el final del presente certamen de la Liga Profesional.
No obstante ello, también se está realizando sobre el suelo del Ciudad de Vicente López un trabajo de fondo que desde hace un par de temporadas se efectúa dos veces por año y tiene que ver con la modificación del perfil del suelo. Comienza con una aireación con púas huecas, que saca tarugos de tierra y luego se procede al arenado para rellenar los agujeros con una máquina y en el mismo proceso se inyectan las semillas de invierno.
«Desde hace unos años le planteamos a la Comisión Directiva del club los problemas de base que tiene el campo de juego que tienen que ver con la infiltración. Cuando llueve, el agua no es absorbida lo rápido que debería por la composición de mayoría de tierra que posee el suelo. En este proceso, que se hace dos veces al año, se va modificando el perfil del mismo que lo vuelve más poroso, facilitando así esa infiltración necesaria para la salud del terreno», nos explicó Gojmerac, quien supervisa cada una de las tareas que se realizan con su equipo de trabajo.
Este proceso de base es el que se está atacando cada seis meses, que además coincide con la resiembra de la cancha donde se retira todo el pasto muerto que va siendo reemplazado con el crecimiento de las nuevas semillas. La infiltración es fundamental para la salud del césped para permitir así que las raíces sean más largas. Es una tarea extensa en el tiempo, pero sumamente necesaria para tener nuestro campo de juego cada vez en mejores condiciones.
Departamento de Prensa C.A. Platense