Se cumple un nuevo aniversario de aquella memorable jornada futbolística, en la que Platense derrotó al elenco «rossonero» por 3-2 en el Civica Arena, en la única victoria conseguida en la gira europea de 1951.
Desde el 1 de febrero de 1951, Platense encaró una serie de partidos en el viejo continente, en los que se medía a equipos de la talla de Lazio, Sampdoria, Bologna, Lugano (Suiza), Milan y Spezia. El saldo: cinco derrotas y una victoria. Ese único triunfo llegó el 14 de febrero ante el poderoso Milan. Victoria de Platense por 3-2, obrando el milagro en el Civica Arena.
A esta gira, el equipo dirigido por José D’Amico llegó con varias bajas, ya que Santiago Vernazza, notable puntero derecho de gran remate, había sido traspasado a River, y Antonio Báez que se había ido al fútbol colombiano. Además, el goleador Vicente Sayago no había participado de esta gira porque contraía matrimonio, al igual que el defensor Adolfo Silvestre Mammana.
El «calamar» comenzó su periplo europeo enfrentando a Sampdoria, partido que terminó con derrota por 2-1. Luego vendría el partido ante Lazio, disputado el 8 de febrero; derrota categórica frente al elenco lazial por 6-0, con goles de Cecconi, Menéndez (gol en contra), Arce, Flamini, Sentimenti y Puccinelli. En ese partido, Platense presentó la siguiente formación inicial: Rubén Villafañe, Valentín Domínguez, Juan Carlos Menéndez, Raimundo Sandoval, Manuel Rodríguez, Francisco Croas, Alfredo López, Rogelio Cuello, Federico Geronis, Juan Carlos Carrera y Francisco Rodriguez.
Así titulaba el diario italiano «L’Unitá» la contundente victoria de Lazio sobre el «calamar»:
GRAN DESILUSIÓN PARA LOS ARGENTINOS EN ROMA
Golpe de la Lazio que domina al Platense: 6 a 0.
Penosa exhibición de los invitados, inferiores a un equipo de nuestra Serie B.
Por el tercer cotejo de este viaje, Platense enfrentó a Lugano de Suiza, equipo con el que también cayó derrotado. Lo que nada hacía suponer que el partido ante el Milan fuera diferente.
Panorama sombrío tras los primeros tres cotejos. Pero llegaría ese recordado 14 de febrero. Llegaba la cita en el Civica Arena ante Milan, elenco que la última vez que había perdido en condición de local había sido el 2 de octubre de 1949, por la fecha 4 de la Serie A, caída 1-0 ante Juventus. Tenía el que a la postre fuera el goleador de la liga 1950/1951, el sueco Gunnar Nordahl (que marcaría 34 goles). Además, el «rossonero» se consagraría campeón del Calcio en el año 1951. Su entrenador, el húngaro Lajos Czeizler, fue seleccionador de Italia en 1954.
Formaciones:
MILAN (2): Giovanni Rossetti, Carlo Belloni, Benigno De Grandi, Arturo Silvestri (Mario Foglia), Carlo Annovazzi, Omero Tognon, Renzo Burini, Aurelio Santagostino II (Albano Vicariotto), Gunnar Nordahl, Nils Liedholm, Mario Renosto. Director Técnico: Lajos Czeizler
PLATENSE (3): Rubén Villafañe, Francisco Alberti (Valentín Domínguez), Juan Carlos Menéndez, Raimundo Sandoval, Manuel Rodríguez (Roberto Dutruel), Jorge Maldonado, Enrique Hoffman, Rogelio Cuello, Federico Geronis, Francisco Rodriguez (Juan Carlos Carrera), Miguel Ferro. DT: José D’Amico.
Arbitro: Camilo Marcatori.
El dato curioso acerca de las formaciones lo aporta Bruno Passarelli, autor del blog futbolfierrosytango.wordpress.com, que en una ocasión le hizo una entrevista al «Polaco» Roberto Goyeneche. A continuación, el fragmento más interesante respecto a este partido:
«Poco tiempo antes, había sido huésped en un programa televisivo capitalino y se había prestado, saliendo indemne, a un jueguito de ida y vuelta que el locutor le planteó. La cosa había sido tirarle el nombre de un tango y el Polaco, sin hesitar, debía cantar “a cappella” las primeras una o dos estrofas. No falló una sola vez. Entonces, aunque después no lo incluí en la entrevista publicada porque estaba dedicada únicamente a su trayectoria tanguera, le propuse repetir el inocente “divertimento” con Platense, ya que me había dicho: “Al calamar lo llevo acá y acá”. Y había señalado con el índice de su mano derecha su corazón y su cerebro. El amistoso desafío consistía en que repitiese al vuelo las alineaciones desplegadas por Platense en las instancias más importantes de su historial futbolero. Acertó todas. Le faltó únicamente el equipo que en febrero de 1951 hizo una gira por Italia y en el estadio Meazza derrotó por 3-2 a Milan. Pero fue porque en los diarios argentinos aquella alineación nunca fue publicada. Solo se conocieron los goles: dos de Federico Geronis y uno de un cordobés, un tal Cuello.»
Así titulaba la revista Mundo Deportivo la resonante victoria de Platense:
Los siguentes, son los extractos destacados de la crónica realizada por René Centassi, periodista de la Agencia France-Press (AFP).
«Con motivo del cotejo sostenido por el equipo argentino de fútbol Platense contra Milán, los aficionados recitan ahora dos versos del «Martín Fierro»: «Yo soy toro en mi rodeo y torazo en rodeo ajeno».
«Esa diferencia mínima habla de un cotejo reñido, en que se disputó cada centímetro del field. Pero sí cabe afirmar que todas aquellas virtudes que, pese a sus derrotas, había sido posible advertir en Platense, tuvieron plena realización esta vez.»
«Es de notar que en la delantera de Milán figuraron dos ases suecos, Liedholm, insider izquierdo, y Nordahl, centro delantero y scorer del campeonato que durante todo el partido crearon momentos de peligro a la valla argentina. Si bien su acción no tuvo siempre por resultado el gol, no dejaron de ser orígen de córners y peligrosos avances en cada instante, a tal punto que si concluído el partido se hubiera hecho un plebiscito para definir el «hombre de la cancha», Villafañe no hubiése sido el menos favorecido».
«Por fin, a los 42 minutos, un rápido avance argentino, que dejó atrás a los defensores locales, fué rematado por Geronis, quien con un diestro shot abrió el score.»
«Este se emparejó -y ello da idea de la rapidez de las acciones- un minuto después, por intermedio del temible Nordahl.»
«Iniciado el segundo tiempo, los locales se lanzaron nuevamente a la carga, teniendo oportunidad Villafañe de atajar en gran estilo, con acopio de ovaciones…»
«Virtualmente, a partir del último gol local –logrado a los 13 minutos, otra vez por intermedio de Nordahl-, el campo quedó en manos de Platense, en la medida en que este «once» podía disponer de una de las garras que demostraba su rival. Así fué como a los 14 minutos el insider derecho Cuello venció por segunda vez la valla local.»
«Mientras tanto, la deantera argentina seguía pujando por llegar hasta la red local. Una de sus tentativas fué coronada por el éxito. Sobre la base de un buen centro Geronis marcó el tercer tanto de Platense. A esta altura del encuentro fue evidente que Platense actuaba con precisión mucho mayor que Milán.»
«Hubo,.., en todo momento, lucha correcta pero sin cuartel. No se desperdicio energía. Todo malabarismo estuvo encaminado al gol. En este tipo de lucha, contra uno de los mejores equipos de Italia, triunfó Platense.»
(Cabe aclarar que se respetaron los acentos y términos de la época, para ser fiel al texto original).
Hubo tiempo también para que la delegación del Club Atlético Platense visitará a Su Santidad, el Papa Pío XII.
Después llegaría el partido del 22 de febrero ante Bologna, en el que Platense caería 3-1, y días más tarde llegaría otra derrota, esta vez ante Spezia por 4-0. Pero la hazaña estaba hecha. El milagro en Milán ya tenía la firma de Platense.
Agradecemos la colaboración de Alejandro Fabbri, quien aportó información para completar el presente informe.
Fotos: Revista Mundo Deportivo – Número 97 – Buenos Aires, 22 de febrero de 1951 (páginas 16-17).
DEPARTAMENTO DE PRENSA – C.A. PLATENSE