Luciano Ramírez, entrenador de la Escuela Femenina de Fútbol, nos contó por primera vez cómo fueron estos 3 meses de trabajo en el club y cuáles son sus expectativas respecto a la actividad de cara al año que viene.
Además te vas a enterar como se trabaja en la escuelita y de qué manera se lleva adelante este nuevo proyecto.
¿Qué te atrajo del proyecto cuando te convocaron como entrenador?
Lo que me atrajo del proyecto fue la idea de fomentar un deporte que no es tan conocido y que tiene un gran prejuicio en la sociedad, porque muchas personas piensan que las mujeres no pueden jugar al fútbol. El fútbol femenino es un deporte en crecimiento y pienso que las mujeres tranquilamente pueden practicarlo, incluso mejor que algunos hombres. Entonces como tengo esta postura, me pareció que la mejor forma de aportar mi granito de arena era acercar a las mujeres a este deporte que tanto me gusta. Ojala hubiese muchas escuelas más que fomenten esta actividad.
¿Cómo fue la experiencia de encabezar una actividad y un grupo totalmente nuevo?
Siempre es lindo encabezar un grupo, y por suerte no es la primera vez que tengo que armarlo desde cero. La ventaja es que ya desde un principio planteas tus reglas de juego y las jugadoras desde un principio se amoldan a ellas. En cambio si agarras un grupo que viene formado desde hace un tiempo, hay ciertas mañas y malas costumbres que cuesta muchísimo modificar para adaptarlas a tu forma de trabajo.
¿Cuáles son los objetivos de la escuelita?
Los objetivos de la escuelita son dos muy claros: aprender y divertirse. La escuela tiene mucho trabajo de aprendizaje individual que después es aplicado al grupo en los partidos. La idea es que aprendan, se diviertan y no tengan la presión que quizás tienen las jugadoras más experimentadas que están jugando en algún campeonato o torneo más competitivo.
¿Cómo ves el nivel de las chicas que se acercaron a la actividad?
El nivel en general es muy parejo. Esta desde la chica que se acerca sin haber jugado nunca y termina aprendiendo como recepcionar y dar pases, hasta aquella que ya juega con amigas en algún torneo informal que le da un poco más de experiencia y conocimiento.
¿Por qué se caracterizan los entrenamientos? ¿Cómo son?
En los entrenamientos trato de ser lo más didáctico posible. Corrijo mucho a las jugadoras para que sepan como cambiar las cosas que están haciendo mal y se trabaja mucho sobre la técnica individual de cada una: pase, recepción, equilibrio y remate. Luego con algún juego o partido más informal se trata de aplicar lo que vimos en la clase. Soy insistente y pretendo que entiendan el motivo por el cual tienen que hacer las cosas de determina manera, estoy convencido que cuando entienden eso todo es mucho más fácil de entender y asimilar.
¿Qué balance haces de la actividad en estos meses de trabajo?
La verdad que el balance es muy bueno, hay muchas cosas que las chicas aprendieron y mejoraron. Es notorio y sorprende el progreso de muchas jugadoras a tres meses de haber empezado con la actividad. Hay muchas cosas que de tanto practicarlas ya las aplican sin darse cuenta y es ahí en donde entro yo para marcarles las cosas que están haciendo bien.
¿Cuáles son tus expectativas de cara al año que viene?
Mi idea es terminar este 2014 de la mejor manera posible, manteniendo un grupo estable como se viene dando hasta ahora. El año que viene seguramente incorporaremos chicas nuevas y veremos la forma de acoplarlas con las que ya vienen trabajando. La idea es seguir formando un grupo de jugadoras para afrontar algún tipo de torneo amistoso y conseguir de esa forma que empiecen a obtener roce de competencia.