El árbitro José Carreras levantó su brazo derecho, hizo sonar su silbato y así decretó el final del encuentro entre Comunicaciones y Platense.
Y no tan solo eso, sino que además le puso punto final a la participación de nuestra institución en el Torneo de Transición 2014 «Osvaldo Guerra».
El desenlace de la pasada temporada dejó tristeza y frustración, pero también ilusionó a más de uno con volver a repetir tal logro, e incluso superarlo. Sin embargo nada de esto sucedió, y el andar del primer equipo Calamar tuvo un turbulento camino hasta llegar a la última fecha sin chances de aspirar al menos a ingresar al reducido.
La temprana ida de Sebastián Méndez, y lo que es más resonante aún de su ex presidente Pedro Vilariño, la desafección de algunas incorporaciones y miembros del plantel, el bajo rendimiento de los referentes, la promoción de varios juveniles, apostillas que dijeron presente en estos últimos cuatro meses.
A priori resultaba ser una zona accesible, donde todos los principales candidatos al ascenso formaban parte del Grupo A. Las primeras tres jornadas, el arco defendido por ese entonces por Claudio Flores no había recibido tantos en contra, pero una goleada ante Almagro de local en la cuarta jornada desencadenó lo que serían tres derrotas consecutivas, y la debacle futbolística de la cual ya no se pudo levantar cabeza.
La foto final refleja que Platense finalizó en la séptima colocación de la tabla de posiciones, con más partidos perdidos que ganados, y con más goles en contra que los que se convirtieron en el arco rival. Pablo Bueno y Walter Ortíz se repartieron cuatro goles cada uno, siendo ellos dos quienes mayor cantidad de veces convirtieran en el arco rival, seguidos por Daniel Vega y José Manuel Caspary, con tres y dos tantos respectivamente.
En un fútbol argentino donde todo es muy parejo, donde ya nadie gana con la camiseta, y donde cualquiera le puede ganar a cualquiera, por momentos una victoria podía encarrilar a los dirigidos por Mariano Rukavina a una racha positiva. Sin embargo, el perder varios partidos en el Estadio Ciudad de Vicente López hizo de esto un déficit irreparable y ya los rivales no vendrían a buscar tan solo el empate.
Emiliano Villareal, Julián Acosta, Juan Infante, Federico Briones, Franco Cabral, la confirmación de Nicolás Morgantini por la banda derecha, juveniles de la cantera que mostraron estar a la altura de la circunstancias y que se perfilan para tener mayor protagonismo en la próxima temporada, sumando también a Andrés Desábato, grata revelación en el arco.
Es hora de barajar y dar de nuevo. No hay lugar para continuar buscando excusas, o realizar reproches. Es tiempo de realizar una autocrítica, repetir lo que se hizo bien y tratar de solucionar los errores. El deseo de todos y cada uno de los Calamares es de volver al lugar al cual el club pertenece, pero para eso se requiere de trabajo, de ideas, de aportes positivos, de gente que quiera construir y no destruir, de paciencia y humildad. Solo así Platense podrá salir adelante y regresar al lugar que le corresponde.