El mediocampista surgido de nuestro semillero Patricio Pérez no continuará entrenándose con el plantel profesional hasta tanto suscriba el contrato oficial para la temporada 2020/2021, tal como se comprometió a hacerlo mediante acuerdo con el club firmado el 21 de junio de 2018.

El futbolista, categoría 2000, firmó su primer contrato siendo juvenil con 17 años de edad. Por disposiciones de la FIFA, los jugadores menores de edad no pueden suscribir un vínculo mayor a los tres años de extensión. En ese mismo sentido, al rubricarse el primer vínculo, el jugador junto con sus padres firmaron dos contratos: el registrable ante la AFA, por dos temporadas, hasta que el menor cumpliera la mayoría de edad, y un acuerdo complementario por el cual el jugador se comprometió y obligó a formalizar el año federativo restante en forma automática a partir del momento en que cumpliera los 18 años de edad.

El Club Atlético Platense suscribió ambos contratos con Patricio Pérez y sus padres Mariano Pérez y Laura Bértola, quienes asumieron la obligación de firmar ese acuerdo complementario por la tercera temporada -2020/21- para su registro ante la AFA, quedando desde ese momento establecido el salario del jugador (la documentación se encuentra en la sede social del club para que los socios que deseen acceder a una copia puedan hacerlo).

Sin embargo, la firma a la que Patricio Perez se obligó junto con sus padres no sucedió. Tras una serie de charlas que las principales autoridades y asesores legales del Club han llevado adelante en forma reiterada desde hace ya más de seis meses con su nuevo representante Juan Carlos Prycodko, familiares y el propio futbolista, no se ha logrado que este último cumpla con el compromiso firmado y empeñado -a pesar de que el club le ofreciera adicionalmente un incremento salarial desde enero de 2020, algo que no estaba obligado a hacer- y luego de haber agotado los plazos lógicos e instancias de diálogo, el Club Atlético Platense ha tomado la determinación de accionar legalmente contra todos los involucrados y en resguardo de los legítimos intereses de la institución a fin que se cumpla con lo firmado en su momento.

El Club espera que el jugador y su círculo familiar y profesional reflexione y rectifique su obrar ante este perjuicio que se ocasiona, puesto que lo viene formando desde su etapa infantil, y que desde que asumió esta dirigencia ha cumplido con todos los compromisos, de palabra y firmados, en apoyo al crecimiento y desarrollo del jugador.