Se viene el primer torneo de la nueva temporada con el Súper 20 y Platense comenzó la puesta final rumbo al debut en el certamen con una serie de amistosos. El primero fue ante Boca Juniors, uno de los que se perfila como animador en el campeonato que se avecina, y el equipo de Alejandro Vázquez perdió en forma ajustada, pero con muy buenas sensaciones de cara a lo que viene. Este lunes jugará el segundo compromiso ante Oberá TC en el microestadio «Ciudad de Vicente López».
Si bien se trató de un juego de preparación, ambos arrancaron con bastante intensidad, pero con el nerviosismo del primer encuentro de la pretemporada. En el inicio del cuarto, Boca plantó una defensa zonal de 2-3 que influyó en la ofensiva «Calamar», la cual le costó encontrar un horizonte goleador. La delantera «Xeneize» estaba encendida desde el tiro externo de la mano de Leonel Schattmann, quien convirtió 8 puntos en el periodo. Este cumulo de situaciones obligó al “Cholo” Vázquez a solicitar un tiempo muerto en la mitad del apartado para dar indicaciones a corregir en la retaguardia. Desde la pausa Platense se enfocó más atrás y logró tomar confianza para construir una ofensiva variada, con penetraciones y tiros lejanos. El primer complemento termino 25-21 a favor del local.
Al segundo chico la historia se tornó fluctuante. En principio los de azul y oro parecía que iban en busca de sacar gran diferencia, pero al instante el «Marrón» reaccionó tomando en parte las riendas del juego. La clave fue el dinamismo y la velocidad, en busca de correr la cancha. Igualmente, este envión no le duró mucho, ya que luego se quedó totalmente estancado en la ofensiva. Los errores del visitante fueron clave para que los dirigidos por Gonzalo García retomaran un buen goleo y se reencontraran con el triple acompañado de Leo Schattmann, quien tuvo una gran primera mitad con 17 puntos. El parcial concluyó con Boca Juniors por encima del marcador por 46-34 (21-13).
Para el tercer periodo, Platense dio un giro rotundo en cuanto a su intensidad y concentración. Se enfocó en mejorar la defensa, en busca de más roce y achicar los espacios de su contrincante. Por el lado ofensivo, consiguió soltarse totalmente, jugar con un goleo muy variado entre sus internos y perimetrales (Julián Aprea, Alejandro Aloatti, Felipe Pais y Andrés Lugli). También se sumó la velocidad que caracteriza tanto al «Calamar» a la hora de contratacar para concluir el periodo con un concluyente 24-11 y quedarse abajo por la mínima en el tablero: 58-59.
El último y decisivo fue muy peleado. Boca volvió con su misma impronta que marcó en otros tramos del dividido, agarrándose del tiro externo, pero con más seguridad al canasto en busca de faltas. A Platense nuevamente le jugó en contra sus pérdidas en ataque y algunas malas transiciones defensivas. Además, nunca logró hallar la clave para finalizar con la efectividad del tiro externo local. Todos esos detalles jugaron un papel muy importante a la hora de que finalice el choque con un resultado tan apretado de 77-74 en favor de Boca Juniors.
Crónica y Entrevistas: Ignacio Ruggeri || Fotos: Gentileza Juan Expósito
Departamento de Prensa C.A. Platense