Perder jugando bien

En un partido dinámico en el que Platense y Almirante Brown hicieron su debut en el torneo de Primera B 2015, el Mirasol se llevó un importante triunfo por 3-2 en condición de visitante.

Pablo Miranda y Daniel Vega convirtieron para el Calamar; Román Díaz, en dos ocasiones, y Rodrigo Díaz marcaron para el ganador.

Platense debutó en el torneo de Primera B con una derrota que, sin embargo, deja interesantes perspectivas para el futuro en lo que respecta al estilo de juego que mostraron en cancha los dirigidos por Roque Alfaro.

¿Mereció perder Platense? De mitad de cancha para arriba no, ya que fue notablemente superior a su rival. De mitad de cancha para atrás si: tres errores, tres goles en contra y un sufrimiento constante en el segundo tiempo tomando en cuenta que Román Díaz (ex-Platense) tuvo en sus pies la posibilidad de estirar a 4-1 en ese momento el marcador, pero su remate salió desviado.

En el comienzo del partido, Platense salió a jugar con un esquema que se había visto en los amistosos previos: 4-1-2-1-2, con Diego Romero como el creador de juego. Cuando Platense tuvo que defender, pasó a un 4-3-1-2 en que los laterales volantes se ponían al mismo nivel que Emiliano Gianunzio en el campo de juego. Con este esquema, el Calamar creó dos situaciones de gol claras en cinco minutos de juego, merced a los toques rápidos entre sus volantes y el despliegue de los defensores por su carril.

Y a los siete minutos, llegó el primer gol de Platense, poniéndole justicia al partido: Romero retrocedió unos metros sorprendiendo a los defensores rivales, le dio un pase en profundidad a Miranda, que definió mano a mano ante Bruno Centeno.

A partir de este momento se abrió un interrogante: ¿cómo seguiría jugando Platense con el marcador a su favor, en condición de local y mostrando una superioridad abrumadora? De la misma manera. Más allá de estar delante en el marcador, no mermó su intensidad de juego, aunque se veían ciertas imprecisiones en mitad de cancha en cuanto a la distribución del balón que preocuparon. Otro ítem que complicó las cosas fue la temprana amonestación de Gianunzio a los 14 minutos de partido, y seis minutos más tarde fue amonestado Iván Nadal, otro jugador que quedó con participación restringida. El último ítem en el que se mostraron algunas grietas hasta ese momento fue la zona central de la defensa, jugaron demasiado abiertos.

Y tal es así que llegó el empate de Almirante Brown, que no había hecho demasiado salvo un doble cabezazo en el área que se fue desviado. Platense siguió generando situaciones de gol en los pies de Vega y Miranda pero llegaron los 39 minutos: Ezequiel Mastrolía quiso amagar ante Román Díaz, el volante visitante adivinó la intención y se quedó con el balón para empujarla a la red. Empate y volver a empezar.

Platense siguió con lo suyo, complicó con su juego, pero otro golpe al ánimo sucedió de nuevo cuando se jugaba un minuto de adicional en la primera parte: mal pase de Gianunzio para atrás, la pelota le cae a Román Díaz quien encabeza la contra, hace un amague y remata al palo derecho de Mastrolía que voló y no llegó. Sorprendentemente pasaba a ganar Almirante Brown por 2-1.

El hecho de que esta nueva forma de jugar gustó y el público entendió que ese era el camino, tal es así que despidió al equipo con aplausos y alentando, a sabiendas de que se podía dar vuelta el marcador.

El segundo tiempo tuvo mucho más vértigo que el primero ya que Platense salió a buscar el empate, y Almirante Brown salió a jugar al contraataque sabiendo los espacios que tendría para ello. A una jugada de ataque le respondía otra: lo tuvo para el empate a los 22 minutos Morales y en la jugada siguiente lo tuvo la Fragata para ampliar el marcador en los pies de Romero.

A medida que avanzaban los minutos, los dirigidos por Alfaro jugaban con tres defensores y medio en el fondo, porque Diego Leguiza se proyectaba para ser un volante más. El juvenil defensor, a los 25 minutos, se equivocó en el pase despejando hacia el medio de la defensa, la pelota la tomó el Rengo Díaz y con un remate venció a Mastrolía. El marcador de 1-3 sepultó la ilusión de dar vuelta el panorama.

Con este gol, Platense definitivamente salió a buscar el partido con desorden pero precavido, sabiendo que en el fondo se regalaba, pero que tenía que ser medido en ello. A los 30 minutos, penal para Platense, que Vega con sufrimiento convirtió en gol rematando al palo izquierdo de Centeno, quien se arrojó pero no pudo contener el remate del delantero.

Cuando parecía que el empuje de la gente y la desfachatez del equipo obrarían el milagro, penal para Almirante Brown por otro error de Leguiza. Tomó la responsabilidad Román Díaz y su remate se fue por arriba del travesaño. Ahora sí, no quedaba otra: había que ir por todo.

Cabezazo de Miranda que se desvió en Zunino, en otra el ex-delantero de Villa San Carlos le quiso romper el arco a Centeno y la pelota la despejó el arquero; Román Díaz solo con el arco lo pudo liquidar, pero su remate se desvió en un defensor Calamar y dio en el travesaño; lo tuvo Vega sobre la hora, Centeno de nuevo protagonista la envió al córner.

De esta manera se consumó la derrota de Platense en condición de local, acrecentando la mala racha en el Ciudad de Vicente López ya que no gana en este recinto desde la fecha 15 del Torneo Transición del año pasado, cuando le ganó 4-0 a Sportivo Italiano. Desde ese momento (sumando Copa Argentina), el Calamar perdió tres partidos y empató uno. Y frente a Almirante Brown, se suma un partido más a la triste racha de no poder triunfar ante la Fragata en condición de local, y además hace tres partidos del historial general que el Marrón no le puede ganar a la Fragata con tres derrotas.

Es un torneo largo, todavía hay tiempo de recuperación en lo que respecta al resultado, a ciertos rendimientos individuales y a la corrección de algunas cuestiones del juego en sí. Pero en este cotejo, Platense mostró una cara que no se le veía hace mucho tiempo; el Calamar dejó en claro desde el primer minuto que era el que quería ganar y mostrar superioridad. No salió, pero lo bueno es que el fútbol da revancha. Tanta revancha que te deja ganar jugando mal.

Comentario: Patricio Naranjo