¡Platense a la final!

En una definición cargada de dramatismo, Platense venció a Atlanta 4-3 por penales (resultado global 1-1) y buscará el ascenso ante Temperley, que derrotó 2 a 0 a Fénix en la otra semifinal.

La previa

Luego del empate sin goles por el partido de ida, Sebastián Méndez decidió hacer cuatro modificaciones (una obligada) respecto a los once que igualaron ante el bohemio, con la particularidad que tres de ellos eran los jugadores más desequilibrantes del equipo y preferidos por el público, lo cual generó un revuelo en las redes sociales, horas antes del encuentro.  El “Gallego” priorizó el grupo y puso en la cancha a los que, según él, mejor estaban físicamente, dejando afuera del equipo titular a Daniel Vega, Luis Quiroga y Facundo Melivilo.

Con este equipo (el mismo que le ganó al “Bohemio” 1-0 hace dos semanas, con la excepción de Diego Molina en reemplazo del lesionado Hernán Mattiuzzo) Platense salió en busca de un triunfo que lo depositara en la final del reducido.

Primer tiempo

En los primeros minutos del encuentro se vio a un Atlanta mejor ubicado en el campo de juego. Juan Galeano se puso el equipo al hombro y se las ingenió permanentemente para vulnerar el mediocampo Calamar, asistiendo así a sus delanteros. Platense, por su parte, se vio ahogado por la presión del local, lo cual le imposibilitaba salir con claridad desde el fondo y lo hacía recurrir en un permanente pelotazo.

A penas se llevaban disputados 8 minutos avisó el “Bohemio”: Godoy tomó un rebote afuera del área, disparó de primera y la pelota se estrelló en el palo. Poco después, Flores evitó la caída del arco Calamar, conteniendo un remate de Godoy tras una muy buena jugada individual.

Platense se defendía como podía. Los dos centrales estuvieron muy firmes en la defensa y despejaron cuanta pelota lloviera dentro del área.  Cuando se jugaban los últimos minutos de la primera etapa, Maraschi ganó de cabeza pero Flores, con una gran reacción, desvió la pelota al córner. El uruguayo de a poco se convertía en figura.

Cuando Atlanta jugaba mejor y era más que el Calamar, Juan Galeano cometió la torpeza de derribar a Pansardi con un codazo y se fue expulsado de la cancha. Con un hombre de más y sin el conductor del equipo rival, comenzó un nuevo partido para Platense.

Segundo tiempo

Sin modificaciones en el entretiempo, Platense salió con todo a jugar la segunda mitad. Aprovechando el hombre de más y el impacto que esto generó en Atlanta, no tardó en ponerse en ventaja: cuando sólo se habían disputado 2 minutos, Víctor Meza peinó un centro y Patricio Rodríguez, de media vuelta, la mandó al fondo del arco. De a poco el marrón se reencontró con su juego y fue aprovechando la desesperación del rival, que con un hombre de menos necesitaba al menos un empate para llegar a los penales.

Platense se replegó unos metros en campo propio y buscó liquidarlo de contra. Para eso el  “Gallego” realizó el primero de los cambios y mandó a la cancha a Facundo Melivilo, en reemplazo de Víctor Meza, que se retiró con un ojo en compota, producto del constante roce con los centrales bohemios.
Así fue como en una contra, Ortíz tuvo el segundo: después de una excelente corrida por izquierda y entrar al área con pelota dominada, falló en la definición y su remate se fue desviado.

Sin embargo, cuando el Calamar lo tenía controlado y todo parecía liquidado, llegó el inesperado empate del local: tras un centro desde la derecha, Claudio Flores se confió, la pelota rebotó en su rodilla y terminó metiéndose dentro de su valla, en contra. Delirio en las tribunas que creían en la resurrección. Atlanta fue con todo en busca del agónico triunfo pero no alcanzó. Martín Gonaldi pitó el final del partido y con el resultado igualado, la serie se definió por penales.

Penales

Luego de unos minutos para elongar los músculos, llegó el momento de la verdad. Los jugadores se abrazaron en el medio de la cancha y la definición se llevó a cabo sobre el arco donde estaban los allegados y dirigentes de Platense.

Marcos Godoy abrió la serie con un gol de derecha, cambiándole el palo a Claudio Flores. Luego fue el turno de Patricio Rodríguez, que convirtió con un remate esquinado, junto al palo derecho de Matías Vega.

El segundo penal de Atlanta enmudeció al estadio: Lucas Nanía remató frontal y el uruguayo atajó enviando el balón por encima del travesaño. Sin embargo, Popi Quiroga erró su disparo y la serie siguió igualada en un tanto.

Julián Perujo fue el encargado de patear el tercero de los penales para el “Bohemio”: el defensor tomó una larga carrera, cruzó su remate y el uruguayo, reivindicándose de su autogol, le devolvió el alma al cuerpo a todo Platense, conteniendo el remate con una volada a media altura. Como si esto fuera poco, Maximiliano Barreiro convirtió su gol, poniendo ahora en ventaja al “Marrón”. 

Emmanuel Lazzarini y Matías Palisi convirtieron los siguientes penales para Atlanta, mientras que Walter Ortíz hizo lo propio para el Calamar. Así llegó el turno del quinto y último penal. Daniel Vega, con todo el peso de la historia en sus espaldas, acomodó varias veces la pelota generando suspenso y dramatismo en los espectadores. Se paró de frente a la pelota, encaró y sacó un remate esquinado. GOL y pasaje a la final. Delirio en la tribuna visitante y abrazo interminable entre los jugadores. Platense finalista.

A un año de quedar afuera por penales ante Brown de Adrogué, en esta misma instancia, Platense se reivindicó y eliminó por penales a Atlanta. Ahora buscará el ascenso ante Temperley en un choque cargado de historia.

Comentario: Andrés Ignacio Stahler