Desde el inicio de este 2014, Nicolás Angellotti entrena de manera diferenciada al resto del plantel por no llegar a un acuerdo económico con la nueva subcomisión de fútbol (integrada por Roberto Ambrosini, Marcelo Sichez y Pablo Listorti). En la tarde de ayer, el arquero realizó algunas declaraciones vía twitter que dejaron mal parado al Presidente de la institución, Pedro Vilariño. Tras las mismas, dialogamos con la máxima autoridad del club para que nos cuente su versión de los hechos y nos aclare un poco más respecto a la situación de Angellotti.

¿Cuál es la situación que se vive con Nicolás Angellotti que lo tiene entrenando de manera diferenciada al resto de sus compañeros?

Para empezar, no se llegó a un acuerdo en materia económica. El arquero, con contrato vigente hasta junio de este año, salió a pedir un aumento de más de un 100% de lo que cobra hasta el momento, con la particularidad de comenzar a cobrarlo a partir de enero, algo que excede por completo las posibilidades del club de poder cumplir con las obligaciones del mismo. Consciente de esta realidad, se le realizó una oferta acorde a lo que se podía afrontar, sin embargo, Angellotti no la aceptó y puso como condición analizarlo recién cuando finalice su contrato, acto meramente especulativo, ya que en ese momento sería jugador libre. Por otro lado, no era prioridad por parte del cuerpo técnico por lo que decidimos separarlo del plantel y utilizar ese lugar para que lo aprovechen los juveniles que vienen matándose en los entrenamientos para ganarse un lugar en la Primera División de Platense.

La lesión de Claudio Flores, que lo marginará por un tiempo de las canchas, ¿abrió la posibilidad de reincorporar a Nicolás Angellotti al primer equipo?

Lo que sucedió es que desde hace un año, su representante es el mismo que el de Claudio Flores. El viernes, una vez que nos enteramos de la lesión del uruguayo, nos llamó para poner su contrato a nuestra disposición, algo que agradecimos profundamente, pero que rechazamos por completo, ya que es poco ético rescindirle el contrato a alguien que tuvo la desgracia de padecer un accidente mientras entrenaba, por lo que bajo ningún punto de vista, lo manejamos como una opción. Esa conversación llevó a la otra y automáticamente terminamos hablando de Angellotti y de la posibilidad de volver a negociar su contrato, poniendo como fecha tentativa el lunes por la mañana previa confirmación, algo que nunca sucedió. Yo nunca confirmé esa reunión.

Justamente ayer al mediodía se presentó en el club con su representante y minutos más tarde twitteó: «Vinimos a la reunión a las 11 como habíamos quedado con el Sr Vilariño, el cual nunca se presentó» y agregó: «Lo llamamos, le mandamos mensajes y nunca contestó, las ganas de estar en Platense son y van a ser siempre las mismas, pero lamentablemente este tipo de gente se maneja así»

En primer lugar él sabe que no es así. Me enteré de sus declaraciones por mi hijo que lo leyó en twitter y automáticamente lo llamé a su representante para pedirle explicaciones, ya que si bien hablamos y barajamos la posibilidad de juntarnos, en ningún momento lo confirmamos. Ni el viernes, ni el sábado tuve respuesta de ellos. El domingo apagué uno de mis dos celulares y recién ayer lunes, cuando estaba haciendo trámites de Platense en el banco y en la AFA, me enteré de esta irrespetuosa conducta. Angellotti es un irrespetuoso, debería atajar más de lo que habla. Al fútbol se juega con los pies, o en este caso con las manos, y no con la boca y por redes sociales. En ningún momento le falté el respeto ni me dirigí a él en malos términos como para que salga al cruce de esa manera, juzgando mi modo de actuar. Jamás salí a hablar de él, ni siquiera en los momentos en los que perdimos puntos importantes por «bloopers» que se mandó debajo de los tres palos, errándole a la pelota vs Brown de Adrogué o su pobre actuación en la eliminación de la Copa Argentina. Por eso me molestaron mucho sus declaraciones injustificadas. Se equivocó y mucho. Si dice ser tan hincha de Platense como manifiesta, debería entender cuál es la realidad económica que el club puede afrontar y dar el ejemplo firmando el contrato que desde diciembre espera en el escritorio de mi despacho.
Será finalmente la Comisión Directiva quien decida el camino a seguir con este chico, que tiene muy mala memoria respecto a mis aportes a su carrera y los obstáculos que la vida le puso en su camino.