El DT interino Mariano Rukavina expresó sus sensaciones luego de la victoria ante Chacarita.

En tus tres partidos como DT interino del Calamar lograste tres triunfos,  pero este es especial porque es ante un rival como Chacarita y en su cancha. ¿ Cómo lo viviste ?
Bueno, lo de las tres victorias ya lo mencioné: yo no fui, fue el plantel. Yo no inventé nada, solo soy un técnico que trabaja en el fútbol argentino. Lo del partido de hoy fue muy importante porque el rival tiene pibes que juegan muy bien al fútbol. Por suerte los pudimos golpear en el primer tiempo y en el segundo tiempo tratamos de mantenerlos alejados de nuestro arco, pero sobre el final era imposible porque ellos presionaban y pasaban al ataque. Nos defendimos con uñas y dientes y por suerte salió todo bien.

¿ Donde estuvo la clave de la victoria ?
Yo creo que la clave fue no desesperarnos. Ellos arrancaron mejor el partido y nosotros intentábamos pero no podíamos. Muchas veces, cuando pasa esto, los jugadores se desesperan y empiezan a atacar desordenadamente. Tuvimos paciencia, luego manejamos la pelota y los tuvimos en el arco, aunque sobre el final tuvimos que defendernos.

¿ Crees que la acumulación de cansancio por la seguidilla de partidos influyó en que el equipo quizá se quedó un poco sobre el final ?
Seguramente, Hugo (Barrientos) jugó hasta donde su cuerpo pudo, Talín si no jugó desgarrado pega en el palo, Melivilo tuvo un golpe que lo dejó mareado en el segundo tiempo. Lo que pasa es que tenía tantos jugadores exigidos que si los tenía que cambiar me quedaba sin cambios al comienzo del segundo tiempo.

¿ El cambio de Matos fue por esto que marcas ?
No, a Sebastián lo cambié yo. Matos es un jugador que es importante siempre, pero nos estaban metiendo atrás y por eso probé con Víctor (Meza) para aguantar la pelota y de contra liquidar el partido. Lástima que lo echaron, para mi el árbitro se apresuró. Pero bueno ya está.

¿ Te vas a juntar con el «Huevo» Rondina antes de que asuma ?
Mi semana arranca el martes en Galván. Yo estoy a disposición del club para dar una mano cuando me necesite.